martes, 19 de julio de 2011

La Enterradora

Si la ven quémenla en leña verde,
si la ven mátenla por traición

busco a la enterradora de amores,
a la enterradora de mi corazón.

Es bonita de pies a cabeza,
quien la ve no puede resistir,

quien la abraza, la adora y la besa
sin la enterradora no puede vivir.

Pelo negro pestañas rizadas
cara blanca y un negro lunar

enamoran sus dulces miradas,
de la enterradora se deben cuidar.

Si la ven quémenla en leña verde,
si la ven mátenla por traición.

Ando en busca de la enterradora,
de la enterradora de mi corazón.

Me entregué como pocos se entregan,
le confié mis secretos de amor,
la adoré como pocos la adoran
y la enterradora me enterró en dolor.

Mala hierba que enraiza en el cerro
leña verde que no sabe arder,

que se pudra pa' siempre en el suelo
y tú enterradora no sabes querer.

Si la ven quémenla en leña verde,
si la ven mátenla por traición,

ando en busca de la enterradora
de la enterradora de mi corazón.

LA ENTERRADORA DE AMORES (Ranchera, letra y música de Gabriel Rodríguez, grabada por Antonio Aguilar y el Dúo Gala)


Sueca, hacia el año 1998, cerca ya del estío. El local donde me encuentro y que suelo últimamente frecuentar es atípico en la zona, se trata, ni más ni menos, que de "El Mejicano", un pub regentado por un individuo acorde con el establecimiento, donde reina cierto ambiente canalla que le proporciona, en mi opinión, algo de encanto. Es mi ocasional refugio al que acudo huyendo de la habitual "música" comercial que me atormenta en los discopafs de moda. El propietario de la licencia de "El Mejicano" lleva un cinturón de esos de las películas del Oeste y vaqueros, y en la funda no hay un revólver, sino una botella de auténtico tequila mejicano que desenfunda con rapidez para dejarte bien seco: un trago de ese líquido y se te van las tonterías al instante, otro y desenfundas tú las penas y alegrías, y al tercero ya estás cantando rancheras (o lo que sea).

En el local la música que sonaba era mejicana, y alguna vez algo de blues-rock. Para rematarlo, la camarera llevaba un escote de vértigo que te hacía fijar la mirada aún a pesar de las nubes etílicas que invadían tu cerebro, y te guiñaba el ojo cuando se acercaba a tí, sonando una ranchera sobre una mujer bonita. No sólo tequila se podía beber, también algunos cócteles de misterioso origen y aún más fuerte mezcla. Lo mejor llegaba cuando cerraba al público y nos quedábamos tres o cuatro clientes, era el momento estelar: nos ofrecía licores mejicanos raros y algo "exóticos". Una noche cogió y plantó delante mío una botella, llenó dos vasos y mirándome fijamente a los ojos me dijo que para beberse eso había que ser MUY hombre. El desafío estaba lanzado. La bonita camarera me miraba y sonreía pícaramente. Y claro, no era cuestión de echarse hacia atrás, ni mucho menos, y más llevando ya algunos tequilas encima. Ya se sabe: Méjico es tierra de tequila, mujeres malas y hombres de verdad. Así que adelante pues con esa bebida, entre pecho y espalda, sin titubear, y de un solo trago, uno el propietario y otro yo, decidido tal y como estoy a demostrar que, al menos en espíritu, tengo algo de mejicano.

Hace muuucho calor. Las flores están en el campo, los pájaros cantan y las nubes se levantan. La vida es bella, sonriamos todos, que no cuesta nada. La camarera se acerca y me da dos besos. De repente, el propietario y yo nos cogemos y empezamos a cantar, a pleno pulmón, la bonita ranchera cuya letra te he transcrito antes y que sonaba en el local. El misterioso mejunje causante de tal reacción y de otras de no relatar calculo que tendría entre sus ingredientes algo de peyote y mescal (mejicano total).

Las noches en "El Mejicano" solían ser largas.

Sí, no te extrañe, desde siempre me ha gustado la música mejicana: rancheras, corridos... Igual que a uno de los componentes del grupo rocker "Gatos Locos". Las rancheras suelen ser canciones muy sentidas, en sus letras se cantan historias de amor, desengaños amorosos, tequila y mujeres malas. Como el blues y la vida misma, vaya.

Y por si acaso te apetece enterrar tus penas con buena música, aquí te van unas sugerencias:

- Viernes, día 22 de julio, en el pub Black Note de València (C/ Polo y Peyrolón, 5), concierto de blues y ritmanblues a cargo de Los Fabulosos Blueshakers, amenizado además por el veterano diyei Quique Lledó. Seguro que bailas. Será a las 23.30 h, entrada libre.

- Viernes, día 22, en el pub El Volander ( C/ Poeta Navarro Cabanes, 25, València), concierto de Los Glurps, a las 20 h.

- Viernes, día 22, en el pub Pa' Berse Matao de Sedaví, sesión de vídeos, homenaje a Motorhead y a Judas Priest, de 1 h de la madrugada a las 3.30 h, entrada 3'50 euros, con cerveza. Y el sábado día 23, vídeos de Marilyn Manson y Rammstein, de 1h a 3.30 h madrugada, 3'50 euros con cerveza.

- Sábado día 23, en el pub El Volander, concierto de Los Picamato, a las 20 h.

- Sábado, día 23, concierto de los Sanford Alligator Band, soul, pub Black Note, a las 23.30 h, entrada libre, información sobre el grupo en la página www.sandfordalligator.com .

Y en el Teatro Olympia de València, estará en cartel del día 21 al 31 de julio el musical homenaje a Elvis Presley titulado "El Rey del Rock. Vida y música de Elvis Presley", a cargo de Greg Miller, con bailarines y música en directo. Más info: Teatro Olympia, c/ San Vicente, 44, tel. (96) 351 73 15 , olympia@teatro-olympia.com , www.teatro-olympia.com .

Mucha música para tí, vívela con intensidad.

Raúl (raulboogie)

http://raulboogie.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario